miércoles, 21 de abril de 2010

P.S: Querida mejor amiga

No sé cómo empezar, tampoco conozco las palabras adecuadas,  no encuentro momento ni lugar,
Tiempo ni espacio en el cual te pueda expresar todo esto que tengo para ti.

No son más que unas cuantas viejas, letras, anticuadas de un cuaderno un poco estrujado y un poco gastado, pero supongo que la intención es la que cuenta, no es así?

Y es que desde aquel día que te conocí, mi vida poco a poco fue cambiando.
El ver tu sonrisa cada mañana me encantaba, El pasar el tiempo contigo era súper genial.
Travesuras,  juegos y  de mas. Sin importar lo que los demás fueran a pensar,
Son momentos que simplemente jamás podre olvidar.

Estuviste ahí cada noche para mis lamentos, estuviste ahí cada día, para mis carcajadas
Momentos alegres, tristes  qué más da, si lo pasaba contigo todo era espectacular, no importa cuán mala era la situación, siempre salíamos adelante de cualquier momento.

Siempre me gustaba mirarte muy, muy de cerca y quedarme así todo embobado,  siempre descubriendo algo nuevo, esperando lo inesperado,  intentando adentrarme a tu mundo, a tu mente, a tu imaginación…
Siempre quedabas con esa cara de interrogación y nos echábamos los dos a carcajadas.

Y es que de un momento a otro te e echado un poquito de menos, estas muy cerca y a la vez muy lejos, Pero quiero que tengas presente, que aquellas alas que me préstate una vez para volar, ya no las necesito, porque me di cuenta que contigo, me sentía en el cielo.

Nuestro primer beso fue asombroso, aun recuerdo el sonido de cuando nuestros labios chocaron lentamente, fue algo corto y delicado, un tanto romántico y ha la vez agitado.

Pero los besos y los abrazos, no son más que formas de expresar lo que sentimos desde adentro,
Lo que realmente importa es el instante, cada segundo, minuto, hora, día que pasas con esa persona y lo que hagas para hacerla sentir bien, ya que los besos y abrazos son comunes, Pero el tiempo que pasas a solas con esa persona es único.

Todo lo bueno, empieza y finaliza… depende de nosotros cerrarlo con broche de oro, Depende de nosotros hacer especial cada recuerdo, y aquellos instantes felices, hacerlos rendir, para así cuando llegue la tristeza y la nostalgia, podremos reír de felicidad, y teniendo en mente que dimos lo mejor… y que del otro lado del mundo algún día, cuando mires al cielo, recuerdes a tu viejo amigo…  aquel compañero que siempre estuvo ahí, en las pelas, discusiones,  en hacerte razonar y entender, pero aun más importante, quien te amó por lo que de verdad eres.

Fin.

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