viernes, 15 de enero de 2010

El encuentro de lo inesperado



En una hermosa tarde, en una pradera te encontré,
Fue algo espontaneó ya que no me lo esperaba.
Todos los días asistía allí donde el sol se acuesta a dormir,Y la luna abre los ojos para salir.

Donde suelo pensar cuando me siento mal,Donde me expreso con el vientoY hablo con los arboles. Allí escribo mis notas incoherentes,
Las tonterías que pasan por mi mente.

Ahí te encontré, sentada en el pasto. Yo lo veo algo extraño,
Ya que el lugar no es muy conocido en el vecindario.

Avanzando a pasos pequeños, no te percatas de mi presencia,
Parece que estas muy ocupada contando las estrellas.

Me siento a tu lado, y no emites ningún movimiento.
Tu cabello ocultaba tu rostro, pareciera como si te conociera
De algún lugar.

Conversaciones no van a ningún lado,
Pasa el tiempo y el silencian emitido en el momento,
Parece que es el lenguaje que nos comunica.

Juntos uno al lado del otro. Intento acercarme un poco más,
Investigar, al no recibir respuesta con mi mano
Intento mover las hebras de cabello que cubrían tu rostro.
En ese momento en un rápido movimiento tomas mi mano y
Solo dices una cosa;

"No dañes el momento,
Observa el lugar, siente el silencio.
Deja salir los más profundos sentimientos,
Y solo asi, podrás encontrarte conmigo".

Yo en pleno shock, no muevo ni un dedo.
Con la misma velocidad, que tomaste mi mano,
Me robaste un beso, y despareciste con el viento.
Aquel lugar que ella dice,
Aquella pradera que con tanta pasión describo,
Se llama; Encontrarse con uno mismo.
Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario